Entrevista a la Dra. Lola Pérez del Caz, presidenta de la Sociedad Española de Heridas
La Sociedad Española de Heridas (SEHER) acaba de celebrar en Madrid su congreso anual. Una cita imprescindible para todos los profesionales sanitarios que cuidan y tratan a pacientes con cualquier tipo de heridas. Y es que el XI Congreso Nacional de la SEHER ha contado con un completo programa, con temáticas imprescindibles para la puesta al día y la incorporación de temas novedosos que han aportado, a los más de 800 asistentes, líneas de conocimiento muy atractivas.
Aprovechando la presencia del equipo de PRIM Cirugía Plástica en el congreso, del que además hemos sido patrocinadores, hemos conversado con la Dra. Lola Pérez del Caz, Médico especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, Jefe de Servicio del Hospital Universitario y Politécnico La Fe (Valencia), y presidenta de la SEHER.
Undécimo Congreso de la SEHER. Como presidenta de la sociedad, ¿qué destacaría de la edición de este año 2023?
Destacar de esta edición la gran afluencia que hemos tenido. Hemos tenido el máximo de inscripciones. Casi 200 más que el año pasado. Además, al haber incorporado en el comité científico de la SEHER a nuevos profesionales de otros ámbitos -geriatras, traumatólogos, anestesistas…- hemos podido elaborar un programa muy variado, con muchos profesionales implicados en el tratamiento y en la prevención de las heridas.
¿Por qué cree necesaria la formación y el intercambio de conocimiento sobre el abordaje de las heridas?
Yo creo que es fundamental porque tenemos el concepto de la herida de cada profesional sanitario, la enfermera de atención primaria, la del hospital, el médico de primaria, el cirujano vascular… cada uno tiene su punto de vista en el tratamiento. La tendencia actual de la medicina es aunar a todos los profesionales alrededor del paciente como centro de atención y, para eso, es importante consensuar todo para que todos conozcamos el trabajo que hacen los demás en la rueda de engranaje de tratamiento de nuestros pacientes.
La SEHER es la única sociedad de heridas multidisciplinar. Aquí hay muchas enfermeras, obviamente, pero también hay cirujanos plásticos, cirujanos vasculares, cirujanos generales, geriatras, podólogos, nutricionistas… todos aquellos profesionales que tienen algo que ver en la prevención y tratamiento de las heridas tienen cabida en este foro.
¿En qué punto se encuentra la prevención, tratamiento y curación de las heridas en nuestro país?
Pues hemos mejorado mucho y yo creo que, por eso, son importantes estas reuniones. Pero todavía estamos lejos de llegar a lo que nos gustaría en prevención, fundamentalmente. En cuestión de tratamiento ya hay más guías actualizadas, más conocimiento y puntos de estrategia comunes, pero todavía hay que mejorar. Creo que tendría que haber una base de datos común en toda España, que no la hay. Por eso es fantástico poder reunirnos, para ver lo que hacen otros y poder incorporarlo. Pero tenemos que seguir avanzando e ir consiguiendo consensos de todos los profesionales.
¿Cómo comparten conocimientos entre todos los tipos de profesionales que asisten al Congreso?
Insistimos mucho, cuando hacemos el programa del Congreso con el comité científico, en que las mesas sean interdisciplinares, es decir, que si se habla de quemaduras que la mesa incorpore a diferentes profesionales que tratan esa lesión o si se habla de pie diabético, lo mismo. Tratar un tema común con diferentes profesionales es lo que hace que puedas aprender y sacar muchas conclusiones.
Dice que estamos lejos de llegar a lo que les gustaría en cuestión de prevención de heridas…
Hay pocas campañas de prevención. Hay muchas patologías asociadas a diferentes tipos de heridas que deberían, desde el principio, prevenirse y cuesta, cuesta mucho. Siempre hemos dicho que lo mejor es prevenir, pero tampoco tenemos todas las armas y es uno de los puntos que hay que intentar divulgar y consensuar. Además la pandemia no ha ayudado nada, al contrario.
¿Qué tipo de heridas han visto a partir de la pandemia?
Más patologías sin tratar. Con la pandemia se han visto casos que no se veían hacía mucho tiempo, como heridas de cánceres de piel. Y, por supuesto, úlceras por presión, úlceras en pacientes COVID-19,… se han visto muchas patologías, no solamente heridas.
Además de incidir en la prevención, ¿hacia dónde debemos ir en España en cuestión de heridas?
Creo que hay que crear más unidades multidisciplinares que sean más o menos homogéneas. Y creo que hay que hacer una base de datos en común. Yo siempre pongo el ejemplo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) que creo que es de lo que mejor funciona en España. Habría que buscar algo así, que dentro de las diferencias de cada comunidad, de las competencias sanitarias, sea muy homogéneo, y que se pudiera hacer base de datos. También crear más unidades y que hubiera big data de todos los datos recogidos, un punto importante para que la estrategia fuera común.
Si hablamos de soluciones o de técnicas para el tratamiento de distintos tipos de heridas, ¿qué novedades destacaría?
Hay bastantes novedades tecnológicas en el mundo de las heridas. Muchas de ellas a modo de imágenes. Ahora hay muchos dispositivos para -con una imagen de la herida- tener una idea de si hay una infección según la coloración. También todo el campo de la impresión 3D, que yo creo que es una de las novedades más importantes. Va a ser el futuro, va a permitir adaptar -no solamente la creación de apósitos específicos para cada herida o quemadura- sino que encima tiene un ahorro importante porque se fabrica a pie del enfermo, accesible para todos. La impresión 3D es una de las novedades más importantes y, de hecho, ha habido una mesa plenaria en el congreso sobre ella.
En el congreso también se ha hablado sobre Terapia de Presión Negativa ¿qué opina sobre ella?
Yo soy cirujano plástico y nosotros utilizamos mucho la terapia de presión negativa, pero también otras especialidades, en casi todo tipo de heridas. Creo que es una herramienta más para ayudar, fundamental en úlceras por presión, en dehiscencias, incluso en quemados lo utilizamos mucho para facilitar el prendimiento de los injertos con esa presión que se ejerce sobre la herida que favorece que no haya exudado y que favorece una mayor vitalidad del tejido, la granulación y cierre. Hace mucho tiempo que se utiliza y está instaurada de manera absoluta en la práctica clínica diaria de casi todos los profesionales.
¿También la Terapia de Presión Negativa con instilación de fluidos?
Si, además de aplicar la terapia de presión negativa, encima, se puede estar realizando un lavado con una solución antiséptica se facilita mucho la higiene y el proceso de cierre de la herida. La terapia de presión negativa con instilación de fluidos es un tipo más específico y más sofisticado que tiene muy buenos resultados y que nosotros hemos empezado también a utilizar.
En su práctica clínica está especializada en el tratamiento de quemados, por lo que estará familiarizada con la técnica MEEK modificada. ¿Qué opinión le merece esta técnica?
Yo creo que ha sido la revolución en todas las unidades de quemados de nuestro país. Antiguamente teníamos cultivos de piel y como ha pasado a ser un producto que se tiene que hacer con condiciones de fabricación muy complejas y caras prácticamente ha dejado de utilizarse. Entonces, la única alternativa para pacientes que no tienen prácticamente zona donante es hacer los injertos con la técnica MEEK, que permite expansiones de pequeños trozos de piel sana del paciente hasta nueve veces con unos resultados espectaculares.
Tanto es así que ahora la utilizamos incluso cuando los pacientes no tienen tanta extensión quemada. Ahora también la usamos para minimizar la zona donante (el dolor, el sangrado, la morbilidad…), incluso en quemaduras que no son muy extensas.
¿Y qué opina sobre los sustitutos aloplásticos?
Nosotros utilizamos fundamentalmente el ácido poliláctico (Suprathel®) que, con su capacidad de creación de un medio ácido en la herida y con las propiedades analgésicas que tiene -que disminuyen muchísimo el dolor en la zona cruenta de la quemadura- va a ayudar a lograr una evolución favorable. Se utiliza tanto en zonas donantes de injertos como en zonas de quemaduras que han sido tratadas con desbridamiento enzimático con bromelaína, que también es otra de las novedades que hemos tenido en el mundo de los quemados, junto con la técnica MEEK modificada. El ácido poliláctico funciona muy bien y también se utiliza ya en prácticamente todas las unidades de quemados de nuestro país.
Para terminar y poniendo la vista en el futuro. ¿Qué proyectos tiene la SEHER en 2023?
Pues estamos trabajando para hacer una guía práctica de “No hacer”, que yo creo que es una de las cosas fundamentales. Además, hemos empezado con el campo vascular. Vamos a tener muchos proyectos al tener este comité científico tan potente. La nueva página web, que llenaremos de contenido, para que todos los profesionales puedan tener muchas ventajas en el área de socios.
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